
A una semana de la cita con las urnas, la Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha dado por vencida en su tarea por controlar la pandemia del coronavirus. En lugar de frenar las infecciones, cuya media en los últimos siete días toca un nuevo récord, el gobierno aboga por centrarse en los tratamientos y vacunas contra el Covid-19.
"Vamos a derrotar al virus; no lo vamos a controlar", reiteró el lunes el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, haciendo alusión a sus declaraciones durante el fin de semana. En este sentido, el funcionario dijo a la prensa que se están haciendo todos esfuerzos por contener la infecciones pero también hay que asegurarse que cuando las personas enfermen tengan acceso "al tipo de terapias a las que tuvo acceso el presidente".
Precisamente, en Twitter, Trump dejó claro que EEUU ha logrado "un gran progreso" contra "el virus de China" y acusó a los medios de comunicación de no querer reconocerlo dada la cercanía de las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre. "COVID, COVID, COVID están utilizándolo de forma coordinada para cambiar nuestras magníficas cifras. ¡Debería ser una violación de la ley electoral!", protestó.
A día de hoy, más de 61,2 millones de estadounidenses ya habían votado por adelantado, bien por correo o en persona, en los estados que ya cuentan con acceso a las urnas. Según la media de las encuestas a nivel nacional que realiza el portal RealClearPolitics, el nominado demócrata mantiene una ventaja de 7,9 puntos sobre el republicano. En los estados más importantes, dicho margen es de 3,9 puntos.
La posibilidad de aprobar un paquete de estímulo antes de las elecciones desaparece
Todo ello en un momento en que tanto la jornada electoral así como festivos tradicionales como Halloween o Acción de Gracias podrían servir de catalizador para aumentar las infecciones a este lado del Atlántico. Durante los últimos siete días, el país registró una media de alrededor de 68.767 nuevos casos diarios, el mayor nivel durante dicho periodo de tiempo alcanzado hasta la fecha, según los de datos de la Universidad Johns Hopkins.
Por su parte, la posibilidad de aprobar un paquete de estímulo antes de las elecciones desaparece. Tanto la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, como el jefe de gabinete de la Casa Blanca han expresado su disposición de seguir adelante con un proyecto de ley antes de la toma de posesión del nuevo gobierno.
"Esto sería más probable que ocurra en un escenario de statu quo, donde Trump ganase las elecciones y el Senado quede en manos republicanas", explica Andrew Hollenhorst, economista de Citi. Dicho esto, en el caso de una barrida demócrata, tras la que controlen ambas Cámaras del Capitolio y la Casa Blanca, es probable que cualquier paquete de estímulo se haga esperar hasta la toma de posesión a finales del próximo mes de enero.